lunes, 12 de mayo de 2008

Todavía...

Ok. El dolor sigue. Todavía lloro. Todavía me encierro en mi cuarto sin ganas de ver a nadie. Todavía sigo una dieta involuntaria a base de agua por falta de hambre. Todavía tiro dardos mentales a la imagen de Adam atorada en mi cabeza. Todavía miro los espacios vacíos en mi cuarto y veo los besos estampados que de noche ya no tienen donde caer.

Todavía lo veo ilusionado, esperando en el lobby de un hotel a que ella baje, sugiriendo el bar más recóndito de la ciudad, para que nadie los vea. Todavía lo veo abriéndole la puerta, jalándole la silla, invitándola a bailar. Todavía los escucho cantando juntos, conversando acerca de mí, acerca de que no existo, acerca de que existí pero solo por tres años y no nueve, todavía lo escucho apelar al consuelo de ella, por sentirse solitario por la novia que lo abandonó, pero que en realidad estaba en casa preguntándose dónde estaría.

Todavía lo veo mirándola, observándola, creyendo que es bonita y diciéndoselo. Todavía lo veo sacando su tarjeta de crédito, la de oro, luciéndose, pagando la cuenta, deseando que la noche aún no termine. Todavía pienso en sus ojos idiotizados por alguien que no era yo, invitándola a conocer Piura, extendiendo la velada. Todavía los imagino paseando en el auto juntos, y a ella sentada en mi asiento.

Todavía lo escucho despidiéndose de ella en las puertas del hotel, pues ella partía al día siguiente. Todavía lo escucho pidiéndole su e-mail y su teléfono, para no perder contacto. Todavía lo veo llamándola días después, un día, y otro, y otro, y otro... Todavía lo veo de madrugada dejándole mensajes en su messenger mientras ella dormía, pidiéndole que regrese a Perú.

Todavía lo recuerdo mirándome la cara de estúpida, jurándose a sí mismo jamás contarme nada porque no habría forma de que yo me entere. Todavía lo recuerdo negando todo, inventando una mentira para evitar más preguntas. Todavía lo recuerdo enojándose conmigo por querer invadir su privacidad, por ser tan desconfiada y sin razón. Ja! sin razón... Todavía lo recuerdo jugando ese juego durante año y medio... AÑO Y MEDIO!

Todavía no puedo perdonarlo. Todavía no puedo sacar de mi mente toda esa historia. Todavía siento que lo odio, que me falló, que no hay manera de arreglar esto. Todavía no duermo.

Y todavía me duele nuestro mundo perdido, nuestros planes olvidados, todavía quisiera jamás haberme enterado de nada. Todavía miro al pasado y me pregunto dónde quedó eso. Todavía toco el tatuaje en mi espalda con ganas de arrancármelo con las uñas. Todavía siento que me mintió. Todavía siento que me engañó, que no es la persona de quien me enamoré, que ahora es un hombre como cualquiera, que ya no es especial. Todavía prefiero estar sola antes que con él. Todavía no puedo olvidar.

Y ahora, qué hago?... Y él, qué siente? Todavía no lo sé.
Por favor, Dios, haz que este dolor se vaya...

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