miércoles, 1 de octubre de 2008

Un año sin lunes

Solía pensar que yo era una persona simple. Durante años me convencí a mí misma que tenerme contenta no costaba mucho. Una tarjeta echa a mano en el día de San Valentín, un globo rojo amarrado a mi ventana al despertar, la visión de flores durante la noche... no se necesitaba gran cosa para sacarme una sonrisa. Sin embargo, los mismos años me han hecho notar que no todo está tan resumido dentro de mi cerebro. Sí, aún mantengo el alma de poeta que se conmueve con un rayo de sol pasando entre las hojas de los árboles, pero esa sensibilidad a flor de piel también hace que mi corazón sea de lo más complicado.

Proclamé mi independencia a inicios de Setiembre, y declaré mi derrota a mitad de mes. Como verán, no soy muy constante con mis propias promesas. Todos los lunes de cada año dejo de fumar, empiezo una dieta, salgo a correr en las mañanas, ya no miento para encubrir mis flojeras, mantengo mi cuarto arreglado y me dedico más a mí misma y menos a los demás. Y todos los martes vuelvo a prometer que lo haré el lunes siguiente. Convivo con mis propias debilidades día a día, sin hacerme problemas. Aceptando, por ejemplo, que jamás seré modelo de portada, por lo que un kilito de más no pondrá en juego mi existencia tal como la conozco. O que tal vez de nada sirva protegerme del cáncer al pulmón y no fumar, ya que bien podría morirme ese mismo día en un accidente de tránsito sin haber tenido el privilegio de un último puchito. Excusas y más excusas, todas apropiadas, acomodadas en mi raciocinio, redactadas mentalmente con cuidado, para evitar mis propias objeciones.

Aquí debería ir un "pero ya no más", sin embargo, me conozco. Seguiré en las mismas, así soy yo. Seguiré haciéndome promesas que no podré mantener por más de una semana, seguiré torturándome con mis propias inconstancias y consolándome con el hecho de que a la larga soy humana como el resto, y todos las tenemos. Seguiré admitiendo de boca para afuera que no necesito a Adam en mi vida, pero a la primera que lo extrañe lo buscaré y terminaré llendo a misa con él.

Si, en definitiva, quiero despertar un día en un año sin lunes.

5 muestras de empatía:

@webero01 dijo...

Quizas esta en tu naturaleza ser cambiante, no contentarte con lo mismo, y regresar a lo anterior. Como cerrar el circulo para empezar de vuelta. Saludos.

Anónimo dijo...

Perseverar, perseverar y perseverar...
Cayetana.

Relax dijo...

opino lo mismo q webero, ademas a veces el cambio es bueno.Yo tb no soy muy constante con lo q prometo, pero creeme q aprendo tanto; una vez me prometi no salir con el chico q partio mi corazon en mil pedazos, lo deje de ver por un tiempo pero lo q sentia me hacia extrañarlo, un dia me llamo y sali con el, creo q necesitaba esa salida para notar q jamas nada podria ser igual, ademas el seguia siendo la misma lacra de siempre.
Trata de verle a todo el lado positivo ok. Besos.

Anónimo dijo...

Ama,perdona y olvida Lo. Cuando se rompe algo entre dos personas, puede que nunca vuelva a ser lo mismo, pero en sus manos esta la posibilidad de que sea mucho mejor que antes. Cuando todo lo malo que paso entre ustedes quede en el olvido,y puedan mirarse a los ojos y decirse Te amo sin guardar rencores en el alma, todo habra valido la pena.Paciencia chica, paso a paso,dia a dia las cosas si mejoraran :) Suerte en todo

Sky dijo...

jaajajaja
Consuelo de muchos, consuelo de tontos pero... Esa debil voluntad es totalmente como la mia, asi q deveriamos fundar un club!

Besos**