viernes, 17 de octubre de 2008

Mi ortodoncia

El día que decidí ponerme brackets no pensé en Adam. Miré mis dientes en el espejo detenidamente, uno por uno, perlita por perlita, y recordé al huracán Katrina. Tan desastrosos estaban. Bueno, para ser sincera, no tanto, pero esos son los efectos del espejo. Como ver un grano donde solo hay un poro. Algo así. Además encontré la excusa perfecta: me mordía, y eso no es broma. A veces, cuando hablaba me mordía. Cuando comía me mordía. Incluso sucedió una vez que desperté y me había mordido. Algo que ver con los caninos salidos, mordida de perrito shitzú fue el profesional término que utilizó el doc. O mas bien el or.

La tortura fue lenta, felizmente. He visto casos en los cuales colocan todo el enjaulamiento de una sola y realmente duele. Cita a cita se me fue colocando algo nuevo. Y a medida que me iba acostumbrando, venía otro aparatejo más para torturarme hasta la insensibilidad. Es increíble como hay partes clave del cuerpo que no pueden ser lesionadas en lo más mínimo porque joden... Por ejemplo, una herida en la planta del pie. Una vez tuve un accidente y me hice un corte profundísimo en la espalda, y mi único problema fue acostumbrarme a dormir boca abajo, que a la larga es rico. Y otra vez pisé un chinche que estaba en el piso mientras caminaba sin zapatos por mi casa. Fue irónico como esa pequeña heridita me hizo cojear durante días, y se hinchaba, se hinchaba, se hinchaba, se infectaba, se le salía la costra, se hinchaba, jodía, jodía, jodía... una pequeña heridita. En fin. Volviendo a mi boca.

En la primera cita me colocaron unas ligas, que también son conocidas como separadores, porque tienen la función de abrir un espacio entre las muelas para que pueda entrar lo que me pusieron en la siguiente cita cuatro días después: las bandas de metal. Como su nombre lo dice, son unas bandas hechas de metal (duh!) que rodean cada una a una muela final (en mi caso solo me pusieron dos bandas: una en cada muela final superior) y que tienen un tubito al costado, que es donde irá insertado el cable o arco. Las ligas me hicieron doler las muelas, las bandas me produjeron llagas en la parte interna de las mejillas, pero lo que vino después fue lo peor.

En la tercera cita, el ortodoncista echó un ácido en cada uno de mis dientes, uno por uno, para remover el esmalte, luego les echó resina, que es con lo que se adhiere el bracket, y a la cual le dio un flash de luz azul que por alguna razón el no miraba y yo sí. Después de llenar mi sonrisa de cuadraditos plateados, los traspasó con el arco, el cual sostuvo con ligas transparentes. Listo.

Cuando Adam me vio no dijo gran cosa. Tampoco lo hizo cuando se cortó el labio tratando de besarme. Ni cuando le dije que debía despedirse del sexo oral por un tiempo. Ni cuando empecé a hablar gracioso. Ni cuando en una cuarta cita me colocaron un separador de mordida y quedé con la boca abierta, literalmente. Se había convertido en un mudo testigo de mi sufrimiento, y tal vez en secreto sufría conmigo.

Eso lo descubrí el día en que no pude comer nada de lo que había en casa. Tenía la boca llena de raspones, los labios resecos y cortados, los dientes y muelas se me movían con cada mordida, no podía masticar y estaba de mal humor. No dijo nada. Salió por la puerta y lo maldije por ser tan indiferente. Pero a los diez minutos volvió con una sopa instantánea de fideos, una lata de atún y una sonrisa que decía "Felicítame porque soy un niño bueno y considerado". Esta comida es blanda, dijo, no tendrás problema en comerla. Y así fue.

A veces pienso que Adam es bipolar.

6 muestras de empatía:

nEsSa dijo...

jaaaaaaaaaaa! adam es bipolaR!... me encantó! ... quién los entiende...???? suerte con la ortodoncia!

Reiner Díaz dijo...

Yo te voy a contar lo que viene despues...

Te vas a pasar buen tiempo con esos braquets, supongo, tienes que cepillarte o te pasara como a mí que me salian heridas, sobre todo arriba. Y cuidado con los golpes. El Oral-B es una buena solucion (Oral-B no es una acrobacia alternativa al Sexo Oral-A/dam si acaso lo pensaste, es un enjuague bucal más piadoso que el Listerine).
Cuando tu doctor te saque los braquets te va dar unos "moldecitos permanentes"
para que los uses en lo que te queda de vida, ""xq los dientes siempre estan moviendose y hay que educarlos a quedarse en un solo sitio, coño!, sino como sales en las fotos!"", te atacara el corazon con eso ultimo. Triste con esa noticia, que limita tu libertad, no le haras caso y le quedaras debiendo veinte dolares como me paso a mi.

Aprovecho para saludar a mi dentista Jhonny V. desde aquí!

Dan González. dijo...

Me pasa lo mismo, en serio, solo que a mi aún no me ponen los braquets... Dios, no he ido a un dentista.
Me muerdo a cada rato, en especial cuando como algo rico, y ya me cansé de oir: Te mordiste de nuevo? estarás muy sabrosa... pero esa es otra historia.
Me agrada tu blog.
Yo escribo puras sandeces que me hacen olvidar (o extrañar) más a alguien.
Ese Adam...
Es un chico bueno, yo digo que si un hombre compartiera cada sentir con nosotras y más aun, lo comprendiera... fuese un marica.
Así que esta bien que sean a veces neutrales, pero una muestra de sensibilidad no está de más.
Que estés bien :3

Anónimo dijo...

jajaja..orientame con eso de la bipolaridad porque adam que yo sepa, te quiere...besos

Sky dijo...

Pobrecita nena! Ese tratamiento siempre me ha parecido un brutal sacrificio! Pero lo q obtienes de èl es maravilloso.. Deberas subir una foto de tu bella sonrisa al final!

Y q bien q Adam se porto asi!

Carla Natalí dijo...

JAJA sabés que me pasó lo mismo con esa luz azul? Ortodoncistas hijos de pú, voy a quedar ciega con esa basura. Ey, ánimo con eso. Yo usé brackets, y mientras los tuve (se viene un comentario pedante, guarda) tuve más levante que nunca muahaha jaja. Es más, a mi novio lo conocí con brackets y, según él, le gusté por la ''sonrisa'' pf. En fin, se pasa el tiempo volando, la gente se termina acostumbrando a verte con brackets más rápido de lo que vos te acostumbrás, lo cual es sumamente práctico.