domingo, 4 de octubre de 2009

Adam en Lima


Tiempo para pensar, para reflexionar, para sopesar lo bueno y lo malo, para valorar lo que se tiene, para evaluar cómo se puede cambiar lo que no se quiere, para estrategizar cómo conseguir lo que se desea. Tiempo...

Una vez leí una oración que me gustó:

“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”

Creo que la rezan en Alcohólicos Anónimos.

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