Ayer, mientras tomaba una ducha, Adam usó mi laptop. Cuando me vio salir del baño, cerró el lid. Al ver su reacción, imaginé lo peor. ¿Por qué cerró el lid al verme? ¿Había algo que no quería que viera? ¿Tiene algo que ocultar? ¿Me está engañando con alguien? ¿Una vez más? Mi mente empezó a correr a mil por hora, y cuando empieza nada la para. Mientras me vestía, imaginaba a Adam sosteniendo una apasionada videocharla con alguna aspirante a estrella xxx de Portugal, quien estaba totalmente encantada con ese chico de ojos inocentes y mente perversa, y dispuesta a enseñarle lo que fuera que él pidiera. O tal vez se había contactado con la holandesa esa, le decía que la extrañaba, que quería verla, que se estaba aburriendo de mí, que quería volar a su lado. O tal vez estaba viendo porno, sí, fotos, videos, historias, zoofilia, S&M, milfs, travestis... Salimos a cenar.
Me pasé toda la cita escuchándolo hablar sobre su trabajo, su trabajo y su trabajo. Si no fuera mi novio ciertamente habría gritado NEXT. Sin embargo, lo que hablara era poco importante, mi mente seguía pensando en cuando cerró el lid. Llegamos a casa, él agotado de comer y hablar, y yo agotada de pretender que no me pasaba nada. Nos fuimos a dormir y nunca se toco el tema.
A la mañana siguiente, me llevé la laptop al trabajo. Al abrir el lid me di con una chocante sorpresa: Adam había dejado abiertos su messenger y su correo personal. Era la oportunidad de oro, ahora podía saber qué había estado haciendo mientras yo me bañaba tranquilamente, ahora podía salir de dudas, ahora podía saber la verdad.
Ah... la verdad. ¿Es siempre bueno saber demasiado? Hay verdades que una no quiere oir, verdades totalmente inocentes, que no representan en concepto ningún tipo de amenaza para una relación, a menos que se sepan y se conviertan en alimento para la paranoia. Digamos, un día al salir del trabajo me encuentro con un ex (recordemos que con Adam ya llevo casi 10 años, por lo que cualquier ex es en realidad una pseudo relación de los tiempos mongos de la adolescencia), conversamos un rato, intercambiamos números y correos ("para mantenernos en contacto"), nos despedimos y chau. Totalmente inocente. Y probablemente Adam actuaría como que no le importa si lo llegara a saber, pero inevitablemente empezaría el interrogatorio: ¿y de qué hablaron? ¿y cómo así se encontraron? ¿tú dónde estabas? ¿y qué hacía él por allá? ¿y para qué intercambiaron números? ¿y correos? ¿vas a chatear con él? etc etc etc... No es recomendable ser 100% sincero en una relación... ¿o acaso si tu novio te confiesa que hoy en el trabajo estuvo junto a sus amigos mirándole el trasero a una chica lo vas a felicitar por su honestidad?
Y bueno, volviendo a la laptop, estaba yo en la disyuntiva de no saber si debía o no debía aprovechar esa oportunidad envidiable que a pocas se nos presenta. ¿Realmente estaba preparada para saber tanto? Tener acceso al correo personal de Adam era tener acceso a su mundo. Y utilizar su messenger... conocer su interacción ciber con las personas... era demasiado bueno para rechazarlo. Así que lo hice, ¡sí, lo confieso! lo hice: entré al correo de Adam y me conecté al messenger en su nombre. ¿Y qué descubrí? ABSOLUTAMENTE NADA.
Cambié su estado a "conectado" en Messenger y esperé. Nadie me escribió. Así que probé escribirle a alguna conectada cuyo nombre me sonara sospechoso o poco conocido. "Hola Adam, ya recibí los papeles que te pedí, gracias por tu eficiencia" fue la respuesta que obtuve de bellapasion_2006. Era una de sus colegas. Después de veinte minutos de recibir respuestas como "Hola, qué milagro conectado, nunca te veo por acá", "Que tal brother, ¿cómo está Lo?", "Primito, a los años" y (esta fue mi favorita) "Sr Paisley, cómo le va, no sabía que Ud. usaba Messenger" caí rendida en la cuenta de que por esos lares Adam era un total extraño. Así que pasé a su correo. Sí, lo sé, fue estúpido, intromisorio, invasivo e irrespetuoso, pero no pude evitarlo, tenía que encontrar algo, no sabía para qué, pero tenía que hacerlo. Y de nuevo no encontré nada. Cadenas enviadas por contactos, actualizaciones de la asociación de exalumnos, informes laborales, correos de familiares, confirmaciones de suscripción a boletines en línea, fotos intercambiadas con colegas y amigos cercanos... eso fue todo lo que encontré. Ni un solo mail incriminatorio, ninguna portuguesa tetona enviándole besos, ninguna holandesa arrimada recordándole travesuras, ninguna página porno invitándolo a soltar sus secretos de cama. Nada.
Primero me sentí satisfecha. Luego me sentí estúpida. ¿Cómo pude haber desconfiado tanto de Adam para llegar a ese punto? Había pasado un total de dos horas averiguando nada. ¿Cómo pude haber sido tan entrometida, invadir su privacidad de esa manera? Dos horas... desperdiciadas. No por no haber encontrado nada, sino por haber sido mentalmente incapaz de tan solo confiar. Después de todo, Adam ya se está portando "bien", ya no da razones de queja, y ahora estamos más cercanos que nunca... y yo le hago esto... Pensé en contarle todo y disculparme por haber sido tan paranóica e irracional. Pero recordé mi teoría: no todas las verdades son bienvenidas en una relación.
8 muestras de empatía:
Hola Lo, yo podría decir que tu reacción es hasta cierto punto normal, la confianza no es fácil menos aún cuando hay que recuperarla (en tu caso recuperar la confianza que tenías en él). Lo importante es que sepas cuáles son tus límites.
Sólo por curiosidad, supiste por qué cerró la laptop cuando te vió?.
Me da gusto leerte más recuperada.
Saludos.
Cayetana.
Nos alimentamos de la paranoia!
God bless Internet!
asu... misma Chica bond te pusiste a investigar.... no pues Lo!!! tenle mas confianza no?... aunq yo en tu lugar hubiese hecho lo mismo jajaja... opsss.
Cuidate mucho.
Hola Cayetana, gracias como siempre por tus buenas vibras. Al parecer cerró la laptop simple y llanamente porque quería que saliéramos a cenar, lo cual en efecto hicimos. Supongo que vi fantasmas donde no habían. Acá entre nos, le revisé hasta el historial de navegación! jajaja y nada, todas eran páginas relacionadas a su trabajo... (Dios, qué vergüenza).
Lapsus brutus erectus!!
aunque la última linea fue la mejor,
que bueno volver a leerte y sentirme mas recuperada
saludos
A muchas nos ha pasado lo que a ti jajaja. Creo que ya se puede ir confiando en nuestro estimado Adam.
Suerte Lo, poquito a poquito todo se va ordenando.
Cayetana.
De eso se trata la confianza...
;)
Confieso que yo alguna vez tb he hecho eso...sin encontrar nada...nada nada comprometedor...lo peor es que en nuestra mente podrida algo queremos encontrar...jiji
No nos queda que ser mas relajadas...no podemos vivir en esa angustia toda la vida...relaxxxx
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