domingo, 2 de noviembre de 2008

Sí, Dios... ¡muy gracioso!

Cuando era niña conversaba contigo a cada rato, ¿recuerdas? hasta me tildaron de loca por eso, y hubiera terminado en el manicomio de no ser por esa monjita que resultó estar más tronada que yo. Conversábamos mucho y más de una vez juraría que me respondiste. No con palabras, no, tú no usas eso, pero sí con sonidos, algo así como una canción con la letra precisa para lo que sentía en ese momento, o unos pajaritos volando sobre mi cabeza y haciendo un ruido de aleteos y un piar incesante cuando me sentía sola o aburrida. Y entre conversación y conversación, yo pedía y pedía todo lo que quería tener en vida, manifestándome como alguien que se proyectaba a tan corta edad.

Y no siempre me dabas gusto en todo lo que pedía, después de todo no eres el genio de los tres deseos. Lo que hacías era darme lecciones acerca de lo que realmente necesitaba. Como esa vez que te pedí un perro de raza para lucirlo con mis amigas, y lo que obtuve fue un chusquito de color negro, lleno de pulgas y garrapatas, que se ganó mi corazón y me hacía sentir buena gente cada vez que lo veía y recordaba el basural del cual lo habíamos rescatado. O como esa otra vez que te pedí una BMX para Navidad, y no me la diste, y me decepcioné en silencio abrazando la Barbie que en su lugar recibí, la misma con la cual me consolé al ver que nadie más la tenía, y que me acompañó a ser testigo de como una de mis mejores amigas se accidentaba mientras pedaleaba su BMX cerca a una autopista.

Así aprendí que a la larga no era necesario pedirte nada, pues tú sabías bien qué era lo que me hacía falta. Sin embargo, la última vez que conversamos largo y tendido, te pedí por Adam. Rogué por un Adam distinto, que fuera capaz de hacer despertar en mí todo aquello que sentí por él alguna vez, que lograra opacar sus errores con gentileza, y que se convirtiera nuevamente en mi compañero de vida, ese con quien soñaba y en cuyos brazos pasaría las noches que me quedan en este planeta. Pero ¿eso obtuve? No exactamente.

Adam ha sido capaz de despertar en mí todo aquello que sentí por él alguna vez, incluído el aburrimiento por la rutina que nos atormentaba antes de tanto drama, hasta el punto de hacerme extrañar nuestras peleas de telenovela de vez en cuando.

Adam ha logrado opacar sus errores con gentileza, tanto así que ahora es capaz de quebrar mi voluntad y jugar con ella, hacerme esclava de mis propias debilidades relacionadas a él, y disfrutarlas a nuestro antojo, o mas bien al suyo. Peligro.

Adam se ha convertido nuevamente en mi compañero de vida, de manera que ya olvidé cómo vivir sin él, y cómo moverme en el mundo sin tenerlo a mi lado, y es por eso que otra vez perdono sus errores sin que él me lo pida, y corrijo sus fallas con la esperanza de convertirlo en ese hombre perfecto que al parecer no quiero que sea, sino qué aburrido.

Ahora lo veo en mis sueños, y en mis pesadillas también. Y muchas noches he pasado en sus brazos, y así será el resto de nuestra existencia, eso es lo que él dice, incluyendo las noches de insomnio.

Buen chiste, Dios.

4 muestras de empatía:

caye dijo...

Lo querida, hace un rato que leo tu blog, me gusta lo que cuentas, me entretiene y aveces también me ha puesto tristona... parece que ahora las cosas con Adam SÍ están mejorando (o me equivoco?), si es así me alegro por ti, disfruta este momento, muchas veces en la vida hay que caminar mucho para hallar el camnino que nos conduzca a nuestra paz interior, espero que vayas por el sendero correcto y si no es así, eres inteligente para corregirlo y cambiar de giro.
Suerte en todo.
Cayetana.

Lil'Lo dijo...

Querida Cayetana, tus palabras son siempre como una brisa fresca en una calurosa tarde de verano. Gracias por tu empatía, besos.

nEsSa dijo...

A mi me da risa cuando dicen: las cosas pasan por algo o un Dios sabe porque hace las cosas... pero me gustaria saberlo yo tambien!!!!! en fin, me alegro porque todo esté yendo bien con Adam´[creo y espero] a veces es weno tener a alguien a tu lado... No todos corremos esa suerte....

besos!

Sky dijo...

jejeje ya ves, se te cumplio el deseito!
Bien dicen x ahi "ten cuidado con lo q deseas, no vaya ser q se t cumpla"
Yo soy una de esas tantas q a veces ve como pesadilla un sueño q se hizo realidad.. Ha de ser x mi costumbre de anhelar.

Un saludo!