domingo, 27 de enero de 2008

Oh... my... God!!!

En año nuevo, exactamente a las 12, Adam pidió un deseo, pero se negó a decirme cual era. Si te lo digo no se cumple, agregó, pero no te preocupes, es algo lindo. Me imaginaba a lo que se refería, y en ese momento solo pensé en una cosa: No.

Adoro a Adam, lo admiro mucho, es un gran hombre, una gran persona, un gran amigo, un gran amante, un gran compañero, se podría decir que es todo lo que una mujer espera de un hombre, incluyendo la modesta estupidez de no saber cuanto vale como para que no se le suban los humos a la cabeza. Adam sería perfecto, de no ser porque sabe muy bien cómo sacarme de mis casillas.

Ya lo había mencionado antes, Adam tiene miles de defectos, y últimamente dichos defectos nos han ocasionado tremendas peleas, estoy segura que los míos también. Algunas estúpidas, otras repetitivas, una a una me hicieron sentir varias veces que tal vez, sólo tal vez, Adam y yo no estábamos hechos el uno para el otro. Tan rendida me sentí en múltiples ocasiones, que en más de una me dejé vencer por las ganas de decirle lo harta que estaba, importándome poco si lo lastimaba con ello o no.

En fin, todo eso entró a re-evaluación el día de hoy, cuando Adam me anunció, como quien anuncia que se ha comprado un carro nuevo, que ya sabe cuando pedirá mi mano. Pequeño detalle: no me quiso decir cuándo, para que sea sorpresa. Lindo. Una vez superado el estado catatónico en que dicha afirmación me dejó, mi respuesta fue de lo menos elocuente, y debe haber consternado a Adam hasta la médula de los huesos: ¿Estás seguro?

Plop!

Su respuesta fue que sí. Está seguro. Yo soy aquella. La indicada. La elegida por su corazón y su cabeza. La futura madre de sus hijos. La futura enfermera en sus días de dolencia. La amante eterna. La contadora del hogar, su hogar, el que compartirá conmigo... MIERDA!!!!! Qué responsabilidad!

Ya sé que antes he afirmado que no me quiero casar, o que al menos aún no. Pero por alguna razón Adam me ha hecho entrar en un súbito deseo de que la pedida de mi mano sea pronto. ¿Qué pasa conmigo? ¿Realmente me atrae el convencionalismo? ¿O es que estoy perdidamente enamorada? Y si es así, ¿y qué?

En fin... al parecer estaré de novia. Y yo que pensaba que Adam era "incasable" e "incazable"...

Sé que lo siguiente me hará quedar como idiota, pero solo esa palabra resume como me siento en este momento mientras pienso en los planes de Adam con respecto a nosotros:

YESSSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :)

0 muestras de empatía: